Racing Club - RSF (Vuelta / Cuartos / Copa)

Orgullo racinguista


El árbitro suspendió el partido un minuto después de comenzar ante la negativa a jugar de la plantilla cántabra como protesta por la no dimisión del Consejo de Administración

"Probablemente era el partido más importante que íbamos a jugar. Pero lo hemos cambiado por la dignidad personal y profesional"
-Paco Fernández (entrenador del Racing)

La previa fue la de cualquier otro partido. Cuartos de final de Copa del Rey. Un rival de Primera División. Los equipos calientan. Público en la grada. Pero en el corazón de los racinguistas habitaba la sensación de que este choque solo se ganaba sin jugar. La primera vez que perdiendo se conseguía un triunfo. El de la dignidad de una plantilla, un cuerpo técnico, un club y una afición entera. El órdago a la grande lanzado por los futbolistas no iba de farol y, finalmente, aunque todo estaba preparado para la disputa del encuentro como cualquier otra noche en los Campos de Sport, el balón no rodó. Si no les daban la cabeza de 'Harry', no había fútbol.


"¿Seguros? ¿Estáis seguros?", replicó el árbitro al portero y capitán del Racing, Mario Fernández, que asintió para confirmar que no habría partido. Fue una escenificación perfecta. Un partido ficticio con todo el atrezzo de uno real. Tan perfecto que, con los jugadores de la Real Sociedad preparados para el saque inicial, y los del Racing colocados en sus puestos, aún por la grada entraban las dudas de si se iba a celebrar el choque. "No se juega. No se juega", cantaron en las plateas por si quedaba algún resquicio de que se disputase el duelo. Así fue. Cuando Gil Manzano señaló el inicio de la contienda, los futbolistas verdiblancos se abrazaron en el centro del campo, mientras los visitantes tocaban en zona defensiva, sabedores de que eran partícipes de una cita en la que su rival se jugaba mucho más que el pase a una semifinal de Copa.


Ante la pasividad de los futbolistas del Racing, el colegiado paró el juego y consultó a Mario, que volvió a reiterar la intención de completar su amenaza. Apenas habían pasado 57 segundos y llegaba el pitido final. El graderío de El Sardinero, henchido de orgullo, gritó como cuando Iván Bolado marcó el gol que daba el pase a la UEFA. Al unísono. Ángel Lavín no había dimitido, pero los irreductibles racinguistas habían resistido a todas las advertencias previas, respaldados por la afición. "Había que hacerlo porque si no esta gente se cargaba el club", añadió Javi Barrio, tras la suspensión del partido.




La Real abandonó el césped con su clasificación para semifinales en el bolsillo y dejó en intimidad a una plantilla y una grada unidos como nunca. "Esta camiseta, sí la merecéis" o "campeones, campeones", fueron algunos de los cánticos que los seguidores brindaron a plantilla y cuerpo técnico, quienes, con lágrimas en los ojos, devolvieron el cariño en forma de aplausos. Paco Fernández, el míster, fue el único que recibió un homenaje aparte. Totalmente merecido.



"Agradecemos eternamente a la afición el apoyo que nos da. Tenemos que limpiar esta basura", dijo Mariano, delantero del Racing, minutos después del plante. "Este señor tiene el club secuestrado. No mira por el club y sí mira pos sus intereses. Es una pena. Tenemos que conseguirlo entre todos", añadió el ariete de Benidorm.


"Es increíble que toda la afición y toda la ciudad esté con nosotros. Este equipo es lo que es por su afición. Estamos eternamente agradecidos", dijo Mario, que también explicó su conversación con el árbitro del encuentro. "Nos ha dicho lo que nos podía pasar y nos ha apoyado", añadió.


Los futbolistas abandonaron lentamente el césped, asimilando todo lo sucedido. El Sardinero estaba viviendo una noche histórica, llena de emoción. Las lágrimas de algunos aficionados brotaron como en los más dolorosos descensos.

Y en el palco, ni rastro de los responsables de lo sucedido. Aunque Ángel Lavín acudió al estadio, no hizo acto de presencia en el palco. Ni él, ni ninguno de sus habituales acompañantes. Eso no fue inconveniente para que, como de costumbre fuesen ellos, junto a Francisco Pernía, los principales blancos de los cánticos de los aficionados.


Nadie se movió del estadio. Ni la treintena de aficionados de la Real Sociedad desplazados hasta Santander. "Que salga el equipo", era la petición de todo el estadio, que se arrancó con un emocionante 'Santander, la marinera' y pitó en el minuto 13 como si nada hubiese pasado. El deseo fue cumplido en el hipotético minuto 26, y, con los sones de 'La Fuente de Cacho', plantilla y cuerpo técnico volvió a sentir el orgullo de una grada que aguantó estoicamente la intensa lluvia, solo para homenajear a sus héroes. Los héroes del racinguismo. Nunca unos futbolistas tan modestos se habían ganado un hueco tan grande en la historia del centenario club.

Con otra ovación, el Racing -porque estos hombres representan con honor sus colores- se retiró, de nuevo emocionados, al túnel de vestuarios. La afición permaneció más tiempo en sus asientos, incansable, celebrando la 'victoria', a la espera de que la histórica machada de su equipo tenga consecuencias positivas para el club.

Fuente: El Diario Montañés

Sanción al Racing: eliminado, 3.006 euros y fuera de la Copa 14-15



Crónica de North Hell

1 comentario:

  1. El equipo de carreras ganó el campeonato de la Liga A en 16 ocasiones, la última en la liga de primavera de 2001. En 1967, el equipo ganó la Copa Libertadores.

    ResponderEliminar