La Asociación Inglesa de Fútbol (FA) se ha quejado formalmente a la UEFA
El partido que disputaron las selecciones sub-21 de Serbia e Inglaterra que dio a los británicos la clasificación para la fase final del Europeo en Israel acabó en una batalla campal sobre el terreno de juego.
El partido concluyó con victoria de los ingleses (0-1) pero se vio empañado por la multitudinaria pelea en la que se vieron involucrados los jugadores de ambos equipos.
Los ingleses denuncian constantes insultos racistas y lanzamiento de piedras, monedas y asientos durante el partido. Uno de los más perseguidos fue el inglés Danny Rose, que terminó encarándose con varios jugadores serbios y vio la tarjeta roja.
Reclaman sanciones a Serbia
Por su parte, la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) se ha quejado formalmente a la UEFA , por el comportamiento de los aficionados serbios durante un partido.
Además el ministro de deportes Hugh Robertson ha enviado una carta al presidente de la UEFA Michel Platini pidiendo que sancione duramente por las "escenas vergonzosas" de racismo que se vieron en Serbia.
Entre los agredidos se encuentra Tom Ince, hijo del ex futbolista del Manchester United y Liverpool, Paul Ince, quien fue el primero en alzar la voz y recriminar la actitud de los jugadores y técnicos balcánicos.
“Si fuera por mí, se quedarían fuera de los próximos cinco torneos internacionales. Parece que hemos vuelto a la Edad Media. Cuando ves a tu hijo ahí afuera es preocupante, ya que mientras Inglaterra ganaba, el ambiente se iba haciendo más hostil. Espero que Sepp Blatter y Michel Platini hayan visto esto”, comentó el ex futbolista en declaraciones recogidas por Daily Mirror.
Durante la bronca, el inglés Danny Rose fue expulsado por mandar el balón a la grada de un pelotazo tras ver como los aficionados serbios imitaban gestos y sonidos de monos en busca de ofender al jugador. Además, los técnicos Martin Thomas y Steve Wigley fueron atacados por parte de sus homólogos serbios.
Stuart Pearce, técnico del combinado nacional, fue el encargado de reportar todas las vejaciones a la FA. “Nos dieron puñetazos, patadas, cabezazos y Dios sabe qué más. Vamos a dejar que las autoridades que están al frente de la UEFA actúen. Creo que hubo varios incidentes racistas por parte del público y también hemos informado a la UEFA. Está todo en sus manos ahora y tendrán que decidir”, afirmó el entrenador.
Fuente: Mundo Deportivo
Fuente: Mundo Deportivo
