La Ertzaintza arrinconó e identificó el pasado domingo a un centenar de seguidores aragoneses, a los que acabó devolviendo a su ciudad en el autobús sin permitirles ver el partido contra el Alavés
Aficionados del Alavés y del Real Zaragoza estuvieron a punto de liarla este domingo a mediodía y empañar una jornada de fútbol que, a la postre, quedó en tablas para ambos conjuntos. Un centenar de hinchas maños, según algunas fuentes, trataron de buscar pelea con un grupo de albiazules en las cercanías del parque del Prado horas antes del arranque del partido. La intervención de la Ertzaintza y de la Policía Local, que llegaron a desplegar una quincena de patrullas, evitó el enfrentamiento y que ocurriera alguna desgracia. Al final, para evitar males mayores, responsables policiales obligaron a estos seguidores maños a subirse a sus autobuses y vovler a la capital aragonesa.
Pasado el mediodía, los efectivos policiales comenzaron a detectar movimientos de ultras aragoneses en los alrededores del parque del Prado. Cuando era evidente su actitud violenta, los efectivos policiales arrinconaron a los hinchas y, tras realizar varias identificaciones, les condujeron hacia el aparcamiento de Mendizabala. Allí permanecieron un buen rato. Había dudas sobre qué hacer con ellos. Ante el «grave riesgo» de que pudieran volver a generar nuevos incidentes en el interior del estadio, se decidió su expulsión.
Fuente: El Correo
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